Aunque es cada vez más común encontrar personas que prefieren comer alimentos orgánicos en lugar de los producidos convencionalmente, la información sobre sus beneficios nutricionales y ambientales es escasa.
Para empezar, vale la pena señalar que los agricultores orgánicos no utilizan pesticidas (insecticidas, fungicidas y productos químicos
No es exagerado decir que el consumo es una forma de vida en muchas regiones del mundo. En Europa, por ejemplo, las ventas orgánicas se han triplicado desde comienzos del siglo.
América Latina no está muy lejos. Según el informe ‘El mundo de la agricultura orgánica 2012’, México muestra un crecimiento de la producción del 32 por ciento desde 1996. Colombia, por su parte, es pionera en la exportación de café orgánico y destinada a esas 30.000 hectáreas; A lo que se suma el surgimiento de mercados locales de frutas, verduras, azúcar moreno, aceites esenciales, hierbas y mermeladas, entre otros.
Los expertos dicen que los alimentos orgánicos son más saludables que los que se cultivan con productos químicos. Lucy Hoyos, dietista y nutricionista de la Universidad Nacional, explica que los agroquímicos utilizados en cultivos convencionales pueden afectar las estructuras moleculares y modificar las características de algunos productos alimenticios. «Estos productos químicos tienen un impacto en las propiedades organolépticas, como olor, textura ya veces, el sabor de los alimentos», dice.
Con su argumento coincide Andrés Montes, biólogo dedicado a la producción agroecológica. «Los alimentos orgánicos tienen un mejor contenido nutricional, convencional, que se produce con muchos fertilizantes, tienden a absorber mucha agua», explica. «Los orgánicos tienen menos agua y son por ciento secos, el contenido de materia seca está relacionado con una mayor cantidad de nutrientes».
Contenido mineral
En el mundo se utilizan cerca de 850 plaguicidas. Según un informe de la Unión Europea, que incluye los resultados de los análisis realizados sobre el consumo de alimentos cultivados, alrededor del 42 por ciento contiene residuos de plaguicidas; De ese total, 5 por ciento está por encima de los niveles permitidos.
En ese sentido, el agroecólogo Juan Pedro Córdoba dice que en la tierra no se deben utilizar como productos nitrogenados. «El nitrógeno desplaza los minerales del suelo, la calidad de los alimentos depende de la cantidad de minerales que tienen, pero la agricultura orgánica no se mueve, sino que hay alrededor de 72 que permanecen alrededor de la planta para absorberla».
De hecho, un estudio de la Universidad de Rutgers en el Reino Unido de 2000, mostró que el contenido de minerales de verduras orgánicas era entre 10 y 50 veces mayor que el convencional, y cuando estos últimos se consumieron sólo se obtuvo el 13 por ciento de los minerales, .
Sin embargo, la investigación de la Universidad de Stanford, publicada en 2011, concluyó que hay poca evidencia de que los alimentos orgánicos son más saludables que los tradicionales. Los investigadores analizaron los resultados de 17 estudios realizados con seres humanos con alimentos orgánicos y tradicionales, comparando los niveles de nutrientes, bacterias y contaminación por pesticidas. El análisis no mostró diferencias significativas en el contenido de vitaminas.
La verdad sobre este tema parece ser eso. La verdad es que los que consumen alimentos orgánicos los defienden: «Noto una diferencia en mi cuerpo dice Montes. Desde la forma en que me siento más sano, no tengo resfriados, no enfermo.Con mi esposa están esperando un bebé y la idea es que Desde el principio para ser alimentado con productos orgánicos. »
Como reconocer
Liliana Morales, propietaria de la tienda ecológica Chlorophyll, explica que los alimentos ecológicos pueden ser reconocidos por su etiquetado certificado con sellos de organizaciones internacionales como Ecocert y USDA. Esta certificación demuestra que los alimentos se han producido de acuerdo con un protocolo que está completamente libre de productos químicos.
Existe también un certificado de confianza, que pretende producir una forma agroecológica ecológica, lo que constituye una visión más integral del ecosistema y que tiene en cuenta a los productores campesinos, sus tradiciones y conocimientos, pero no persigue certificaciones comerciales. «Hay redes de agricultores con las que trabajamos y sabemos que no usan productos químicos, pero no tienen dinero para buscar una certificación comercial, lo que no significa que su comida sea insegura», dice Morales.
La Canasta, una opción de casa
Con base en Bogotá, La Canasta es una opción consciente, de consumo responsable y solidario. El mercado casero ofrece comida fresca y local de temporada de pequeños agricultores. Traiga frutas, vegetales, raíces y huevos.
CAMACHO SERGIO Iannini
Editor TIME

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